Siempre que iniciamos un proyecto nos invaden las dudas: ¿lo conseguiremos? ¿Funcionará? ¿Gustará? El futuro es difícil de vislumbrar, no sabemos qué pasará. Pero lo que sí sabemos es que hace 8 años ya que Susana y Samuel trajeron este proyecto a España tras conocer el Brooklyn Tabernacle Choir; un coro de EEUU que da la oportunidad a gente de la calle de conocer y vivir la música góspel y su mensaje. Y todo ello con un único objetivo: cambiar la vida de los que cantamos y de los que nos escuchan.
El futuro de hace 8 años es ya el pasado y presente de hoy, plagado de música y de grandes milagros. Ensayos, conciertos en pequeñas parroquias, en grandes teatros, giras por el Reino Unido, la grabación de un EP, compartir escenario con grandes artistas… Pero sobre todo, momentos únicos, dentro del coro y en el público: pasión, espiritualidad, gozo, esperanza donde no la hay y la alegría de haberlo vivido juntos. Y todo esto gracias a Dios, que en estos 8 años ha dejado claro lo lejos que puede llegar un pequeño grupo de personas que simplemente se han dejado usar por Él.
TESTIMONIO DE MARÍA URREIZTIETA (miembro de LW)
Si cuando entré en el coro me hubiesen contado todo lo que iba a vivir y cómo mi vida iba a cambiar no lo habría creído, ni de lejos lo habría creído. Creo que el secreto del coro es que somos muchas almas con un mismo objetivo y la fuerza de muchos consigue pequeños y grandes milagros. Compartir, convivir… en Living Water pasamos a formar parte de un todo. No es mi proyecto, es nuestro proyecto, no es mi voz, es nuestra voz. Somos grandes de tamaño pero somos grandes en muchas más cosas. Todos aportamos nuestro granito de arena para que funcione, y esa fuerza común hace que tu mundo pase a tener una perspectiva distinta, una perspectiva mejor.
Living Water me ha hecho mejor, no solo mejor cantante, no solo mejor artista, no solo mejor compañera, me ha hecho mejor, soy mejor. Las letras me han cambiado, la música me ha cambiado, las experiencias me han cambiado, mis compañeros me han cambiado, los directores me han cambiado. Creo que Living Water consigue sacar la mejor versión de nosotros mismos y consigue sacar la mejor versión de aquellos que vienen a escucharnos. Somos capaces de trasmitir ese cambio, de calentar almas, como nos dijo una vez una señora que vino a escucharnos.
No sé qué será de mí en el futuro, pero estoy convencida de que siga o no en el coro, he encontrado el camino para ser mejor y ese es mi pequeño milagro.
TESTIMONIO DE PAZ ANTÓN (antiguo miembro de LW)
DONDE HUBO FUEGO, CARICIAS QUEDAN (Mario Benedetti)
Living Water, mi Living Water, celebra sus ocho años de existencia. Aquel sueño que nació en el año 2007 es ya una realidad cuidadosamente construida con componentes tales como la colaboración el trabajo, la generosidad y la profesionalidad de los seres humanos que forman la gran familia Living Water. Son estos componentes, amorosamente armonizados bajo la dirección de Susana y Samuel, los que, en gran parte y a mi particular entender, han hecho posible que Living Water sea el primer referente de la auténtica música góspel en España.
Un sábado, 5 de septiembre del 2009, hice la prueba, la superé y entré a formar parte del coro en la cuerda de sopranos. A mis 47 años podría hacerse realidad el sueño acariciado durante años de convertir mi afición y disfrute en algo “serio”.
¡Y vaya si se hizo!
Estando en Living Water crecí como persona y cantante, aprendí mucho, muchísimo, de técnica vocal y de expresividad, cantamos en escenarios tan especiales como el Auditorio Nacional, el Teatro Lope de Vega o la Catedral de León, en programas de radio y televisión, conciertos benéficos, eventos privados, viajamos a otros lugares de España e hicimos una memorable gira al Reino Unido donde comprendí que el góspel no sólo se canta, sino que se siente, se vive y se comparte.
Ésta es mi casa con mi gente
Con mis pasados y mis cosas
Mis garabatos y mi fuego
Mis sobresaltos y mi sombra
(Mario Benedetti)
Hemos compartido experiencias vitales tan importantes como bodas, embarazos, nacimientos, enfermedades y dolorosas perdidas. Hemos reído nuestras alegrías, llorado nuestras penas, compartido mesa, alguna que otra cerveza, y tartas de cumpleaños. Nos hemos dado la mano y hemos orado, cada quien a su manera, por ti, por mí, por el otro. Hemos creado lazos de amistad y afecto, y algunos durarán toda una vida.
Si de esta forma empatizan los corazones, ¿cómo no van a empastar las voces? Creo que aquí reside uno de los secretos del “famoso” sonido Living Water tan potente, profundo y cargado de emoción.
Estábamos, estamos, estaremos juntos, a pedazos, a ratos, a párpados, a sueño.
(Mario Benedetti)
Enero del 2013 es la fecha en la que decido tomarme un tiempo para descansar y poder atender otros proyectos, el más importe: disfrutar de mi nieto que nacería en abril. Desde entonces soy parte de ese público entregado sin reservas, cantando por lo “bajinis” o a pleno pulmón las canciones que aún guarda mi memoria y disfrutando de los nuevos temas que consiguen ponerme los pelos de punta, pero “padentro” que duele más. Me gusta saber que seguís ahí. Un trocito de mi corazón sigue siendo y perteneciendo a Living Water, así que voy a utilizar la imaginación para volver a colocarme en mi lugar, en la esquina superior izquierda de la grada, desde allí os veo a todos, técnicos, músicos, contraltos, tenores, sopranos y, en frente, Susana. Cierro los ojos y sonrío. Gracias por tanto.
¡FELIZ CUMPLEAÑOS¡ ¡QUE BOTE LIVING WATER!